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dijous, 14 d’abril del 2011

Los Glutamatos, enemigos de la salud y la estética


El glutamato monosódico (GMS) se ha convertido en el aditivo “adictivo” por excelencia. Originado en Oriente (ajinomoto), su peligrosidad tomó estado público al ser acusado de generar el "síndrome del restaurante chino". Utilizado como potenciador del sabor, está legalmente habilitado para el uso y suele aparecer como E-621 u otras denominaciones que esconden su presencia.
Desde hace décadas se viene relacionando el consumo de GMS con una serie de síntomas más o menos específicos conocido como "síndrome del restaurante chino", pues dicho ingrediente se usa mucho en la cocina oriental. Los síntomas consisten en: cefaleas, opresión torácica, sensación de calor y hormigueo, rigidez y/o debilidad en las extremidades, aturdimiento, enrojecimiento facial y molestias gástricas. Pero ello no es todo. Como veremos en este informe estadounidense, que publicamos completo en razón de su influencia sobre la salud y la nutrición, hay grandes intereses económicos que velan por su abundante uso y que acallan evidencias acerca de su peligrosidad.

Desconociendo evidencias

Si bien hay muchos estudios sobre el efecto del GMS en la salud [1], tal vez la contribución más importante haya sido la de John Edward Erb, autor del libro “El lento envenenamiento de América” (www.spofamerica.com). Este investigador de la Universidad de Waterloo (Ontario, Canadá) descubrió algo impactante mientras reunía evidencia científica para su libro. En cientos de estudios en todo el mundo, los científicos estaban creando ratones y ratas obesas, para usar en estudios y pruebas de dietas o diabetes.
Ninguna raza de ratas es obesa por naturaleza, así que los científicos las creaban; hacían a estas criaturas mórbidamente obesas, inyectándolas con GMS apenas nacían. El GMS triplica la cantidad de insulina que el páncreas produce, causando que las ratas (¿y los humanos?) desarrollen obesidad. Incluso los investigadores tienen una denominación para los roedores obesos que crean: “Ratas tratadas con GMS”. Comprobando la infaltable presencia de GMS en la mayoría de los alimentos industrializados, Erb profundizó su razonamiento. ¿No es llamativo ver el número de víctimas de problemas de salud que van del autismo a la diabetes o el Alzheimer, incrementándose a una velocidad record?
Durante los años 70 hubo un movimiento acerca del GMS y la generación de diversos síntomas, desde dolores de cabeza hasta nauseas. Entonces apareció un grupo ante el gobierno norteamericano: Glutamate Association ó Asociación del glutamato. Esta organización, integrada exclusivamente por fabricantes y procesadores de comida que usan el aditivo, fue creada para manipular los puntos de vista de los políticos y la gente acerca de la seguridad del GMS, y proteger sus intereses. Cuando los consumidores comenzaron a demandar alimentos sin GMS, los fabricantes escondieron el glutamato bajo nuevos nombres de ingredientes: proteína vegetal hidrolizada, suavizante natural de carnes, resaltador de sabor, extracto de levadura, saborizante natural, etc.
En 1992, la FDA (Agencia Federal de Drogas y Alimentos) solicitó una revisión de 350 páginas acerca de la seguridad del GMS. La revisión en sí, confirmó el miedo de la gente sobre los efectos de este químico:
"Un indeterminado porcentaje de la población puede que reaccione y desarrolle el complejo de síntomas del GMS, una condición caracterizada por uno o más de los siguientes síntomas: sensación de quemazón en la parte de atrás de cuello, brazos y pecho; cosquilleo en la parte de atrás del cuello, radiando hacia los brazos y la espalda; sensación de agujas, calor y debilidad en la cara, los lados de la frente, la parte alta de la espalda, el cuello y los brazos; presión facial o tirantez; dolor de pecho; dolor de cabeza; nauseas; latido rápido del corazón; espasmos bronquiales (dificultad al respirar) en personas con asma, intolerantes al GMS; mareos; debilidad. En personas saludables que son intolerantes al GMS, los síntomas tienden a ocurrir dentro de una hora después de ingerir 3g o más de GMS en un estomago vacio, con o sin otra comida. Una porción típica de comida tratada con GMS contiene menos de 0,5g. La reacción tiende a ocurrir cuando el GMS se ingiere en cantidades elevadas o en un líquido, como en una sopa". Federación de Sociedades Americanas de Biología. Presentado al FDA en 1992.
La FDA ignoró completamente el reporte. No solicitaron ninguna otra prueba para encontrar cual era el “indeterminado porcentaje” de la población que estaba reaccionando al GMS. Por el contrario, permitieron que continuara con su estatus de “GRAS”, término que quiere decir Generalmente Reconocido Como Seguro (Generally Regarded As Safe). Si un químico está en dicha categoría, el gobierno no impone límite a su uso en alimentos. Este hecho es alarmante considerando que una cucharada de GMS podría matar a un perro. Aun más alarmante es que el GMS ha sido usado en cientos de experimentos en miles de animales de laboratorio a través de los últimos treinta años. Científicos usan GMS para replicar el daño al cerebro por embolia. Ellos inyectan el GMS en un área del cerebro y en momentos las neuronas se sobreexcitan y mueren. También lo inyectan a ratas para hacerlas obesas y causar una condición de pre-diabetes. La cantidad de GMS para crear estos efectos se mide en miligramos. Menos de la cantidad que consumimos en un manojo de snacks.
Los científicos clasifican a los químicos que destruyen las neuronas del cerebro como excitotoxinas. GMS es uno de los químicos mas excitotóxicos que se pueden encontrar en el cuerpo. El cerebro está repleto de neuronas que están específicamente codificadas para recibir GMS. Cantidades excesivas de GMS sobre estimulan a estas neuronas hasta que mueren. La FDA ha expresado durante la última década que el cerebro está protegido del exceso de GMS debido a la barrera hematoencefálica. Sin embargo la lista de síntomas proporcionada al FDA por el reporte FASEB de 1992 revela una ruptura en esta barrera.
La FDA discute que la placenta mantiene al feto en desarrollo, libre de daños del GMS. Esta aseveración es falsa. El feto empieza a formarse días antes que la barrera placentaria esté completamente instalada. Cualquier químico en la sangre de la madre, fluye directamente al bebe en desarrollo. Un estudio de 1987 [2] encontró que el GMS en la dieta de la madre embarazada causó muerte neuronal y daño cerebral en los fetos. El estudio concluía: "Estas observaciones aumentan la posibilidad de envenenamiento trans placentario en fetos humanos después del consumo de comida rica en GMS por parte de la madre". Es llamativo que un estudio que prueba que un aditivo usado en nuestra comida en cantidades ilimitadas, causa muerte a los cerebros de los fetos, ni siquiera aparece como noticia.
Además de estas evidencias ignoradas, Erb en su libro detalla más de cien estudios médicos publicados que se han ocultado al conocimiento público en los últimos treinta años; estudios que prueban la relación entre el GMS y déficit de atención (DDA), adicción, alcoholismo, alergias, esclerosis lateral amiotrófica, Alzheimer, asma, fibrilación auricular, autismo, diabetes, depresión, mareos, epilepsia, fibromialgia, golpe de calor, hipertensión, hipotiroidismo, hipoglucemia, síndrome de intestino irritable, inflamación, migraña, esclerosis múltiple, obesidad, tumores en hipófisis, ataques de pánico, rosácea, trastornos del sueño, problemas de oído (tinitus), problemas de visión. El sitio www.msgtruth.org ofrece abundante evidencia.

[1] Basta acceder a la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU en http://www.pubmed.com tecleando las palabras Obesidad GMS para hallar más de cien estudios médicos que ahí aparecen, algunos de ellos de los años 70. He aquí algunos a modo de ejemplo:
-La rata obesa GMS como modelo para el estudio del ejercicio en obesidad. Gobatto CA,, Mello MA, Souza CT, Ribeiro IA. Res Común Mol Pathol Pharmacol. 2002.
-La adrenalectomía suprime la liberación de serotonina hipotalámica inducida por los alimentos tanto en las ratas normales como las obesas por GMS. Guimaraes RB, Telles MM, Coelho VB, Mori C, Mascimento CM, Ribeiro Brain Res Bull. 2002 agosto.
-Obesidad inducida por el tratamiento neonatal con GMS en ratas espontáneamente hipertensas: un modelo animal de múltiples factores de riesgo. Iwase M. Yamamoto M. Iino K., Ichikawa K., Shinohara N., Yoshinari Fujishima Res. 1998 marzo.
Lesión hipotalámica inducida por inyección de GMS durante la lactancia y el subsiguiente desarrollo de la obesidad. Tanaka K., Shimada M., Nakao K., Kusunoki Exp. Neurol. 1978 oct.
[2] Neurotoxicity of monosodium-L-glutamate in pregnant and fetal rat (Neurotoxicidad del GMS en rata embarazada y feto). Toth L, Karcsu S. Feledi J. Kreutzberg GW Dept. de Anatomia, UMS, Szeged, Hungría 1987.

Fuente:
Nutrición Depurativa
El Glutamato (Marc Ams) 

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