La idea que la mayoría de nosotros tiene de esta peculiar solanácea no suele sobrepasar sus conocidos aspectos culinarios. No obstante, las virtudes que la patata nos ofrece para nuestra salud son muchas.
La pata cruda es un alimento completo. Pobre en proteínas y grasas, contiene almidón y azúcar, sales minerales orgánicas (entre ellas: potasio, calcio, fósforo, selenio…) y vitaminas, sobre todo A y C, que la convierten en un potente “antiaging”, ya que el selenio, un excelente antioxidante, protege los tejidos y preserva la integridad del ADN, regula la presión arterial y es un preventivo contra el cancer y enfermedades tumorales.