Las semillas contienen una gran cantidad de nutrientes (proteínas, ácidos grasos esenciales W3, W6 y W9; vitaminas, minerales…) dependiendo la concentración de estos del tipo de semilla (lino, calabaza, sésamo…)
Introducir todos estos nutrientes en la dieta es fácil. Puede añadir unas cucharadas en el desayuno, espolvorearlas en las ensaladas o añadirlas al yogur. Solo tiene que tener en cuenta las incompatibilidades alimentarias para favorecer la correcta absorción de los elementos que contienen.